Lee atentamente el siguiente relato: Hagamos una lista Aída Bortnik - "Muy buenos días, señoras y señores pasajeros!" El cielo estaba gris, el vagón frío, éramos muchos y casi todos nos hubiéramos reconocido si alguna vez nos hubiéramos mirado. Sin embargo, la...
Opinión
Justo José
Lee atentamente el siguiente relato: Justo José Ricardo Güiraldes La estancia quedó, obsequiosamente, entregada a la tropa. Eran patrones los jefes. El gauchaje, amontonado en el galpón de los peones, pululaba felinamente entre el soguerío de arreos y recados....
No oyes ladrar los perros
Lee atentamente el siguiente relato: ¿No oyes ladrar los perros? Juan Rulfo --Tú que vas allá arriba, Ignacio, dime si no oyes alguna señal de algo o si ves alguna luz en alguna parte. --No se ve nada. --Ya debemos estar cerca. --Sí, pero no se oye nada. --Mira...
La luz es como el agua
Lee atentamente el siguiente relato: La luz es como el agua Gabriel García Márquez En Navidad los niños volvieron a pedir un bote de remos. -De acuerdo -dijo el papá, lo compraremos cuando volvamos a Cartagena. Totó, de nueve años, y Joel, de siete, estaban más...
La muerta
Lee atentamente el siguiente relato: La muerta Guy de Maupassant La había amado locamente! ¿Por qué se ama? ¿Por qué se ama? Qué extraño es no ver en el mundo más que un solo ser, tener un solo pensamiento en el cerebro, un solo deseo en el corazón y un solo...
Cuento del hijo
Lee atentamente el siguiente relato: Cuento del hijo Pedro Emilio Coll En el pueblo, el caso de la negra Higinia era la comidilla de los vecinos. Primero creyó que los dolores, que le hacían lanzar tan agudos gritos, se debían a que estaba encinta. Pero, ¿cómo...
Desafío: Probar tu poder de observación
Observa atentamente y luego responde las preguntas: El siguiente ejercicio te desafía a que pongas a prueba tu inteligencia y tu capacidad de observación. Para ello, debes contestar una serie de preguntas luego de observar con atención el siguiente dibujo: Las...
Diles que no me maten
Lee atentamente el siguiente relato: Diles que no me maten Juan Rulfo —¡Diles que no me maten, Justino! Anda, vete a decirles eso. Que por caridad. Así diles. Diles que lo hagan por caridad. —No puedo. Hay allí un sargento que no quiere oír hablar nada de ti....
La encontré en Benicàssim
Lee atentamente el siguiente relato: La encontré en Benicàssim Pep Rovira Increíble: Benicàssim, cuatro días, dos personas, 379 €. Qué mejor excusa para escaparse con Helga de la gélida Austria. Gélida por el clima, no por sus gentes. Como suele decirse, para...