Diferentes textos argumentativos – Actividades

Categorías: Argumentación

Unan con una flecha la definición con el nombre correcto:

 

Es un texto epistolar en que el emisor se dirige al director de un diario o una revista. Su finalidad puede ser denunciar, dar una opinión, agradecer, narrar, etc. El destinatario es cualquier lector del diario o revista. No todas tienen trama argumentativa.   




El editorial.
Es un texto periodístico que representa el punto de vista o la forma de pensar del autor sobre un tema de actualidad. Llevan su nombre y apellido. La publicidad.
El director de un diario o revista expone sus argumentos a favor o en contra de un tema determinado. Son fácilmente reconocibles porque en la parte superior, antes del título llevan el nombre del diario y de su director quien se hace responsable de las opiniones vertidas. La carta de lector.
Se opina argumentando sobre la calidad de una película, una obra de teatro, un programa televisivo, etc. El artículo de opinión.
Se intenta convencer al destinatario con argumentos sobre las bondades de algún producto La crítica

 

Lee los siguientes textos:    

La Nación

La verdadera discriminación

La titular del Inadi (Instituto Nacional contra la Discriminación), María José Lubertino, presidió días atrás una manifestación de travestis que clamaba por un supuesto derecho a que el Gobierno financiara en forma gratuita la operación de cambio de sexo para todo aquel que la solicitare. Esto es, a costa del erario y, en definitiva, de los contribuyentes.
Varios interrogantes y no pocas críticas despertó este despliegue de la funcionaria, quien además eligió un día especialmente complicado para cortar el ya de por sí caótico tránsito porteño.
La sorpresa ciudadana encontró varios motivos. El primero es que la funcionaria, con su actitud, pareció poner en duda su capacidad de gestión, al recurrir a manifestaciones que deberían quedar como camino de protesta para el ciudadano común, y no para el funcionario designado por el poder político. ¿O acaso es posible imaginar a presidentes y ministros manifestándose contra sus propios gobiernos?
Un segundo motivo reside en el aparente desconocimiento por parte de la funcionaria del trabajo que, desde hace años, realizan equipos de profesionales sobre diversidad sexual y derechos (inclusive con participación de los ciudadanos afectados).
Finalmente, cabe preguntarse, por qué la titular del Inadi no se manifiesta con igual pasión en las calles por problemas que afectan a millones de ciudadanos, tales como la discriminación frente el hambre, la postergación en la atención hospitalaria y la situación de las personas con discapacidad que no pueden acceder al empleo público o privado, en abierta violación a la ley, por citar sólo unos pocos ejemplos.
La Argentina, lamentablemente, ha dado numerosos ejemplos de discriminación. No olvidemos a la ministra de Justicia boliviana, Celima Torrico, quien fue sacada de la fila que formaban en Ezeiza quienes tenían pasaporte diplomático, porque un funcionario consideró que, por su vestimenta característica de una comunidad aborigen, no podía ser quien decía que era. Ni al propio Evo Morales, a quien en El Calafate se le pidió que se retirara de una mesa, reservada precisamente para él y para Néstor Kirchner.
Las múltiples formas que toma la discriminación en nuestro país alcanzan a quienes les es negada la entrada en locales bailables por «portación de cara», por gordura o, incluso, por el color de piel, una cuestión que según las encuestas del propio Inadi es mencionada por el 73 por ciento de los jóvenes argentinos a la hora de hablar de cuestiones discriminatorias.
La discriminación se extiende desde la política energética de un gobierno que subsidia a los sectores más acomodados en detrimento de los pobres en materia de gas, hasta los ancianos o personas con necesidades especiales que no pueden alcanzar el escalón de los colectivos del transporte público o deben saltar para bajar. Se cuela entre los cánticos y expresiones que algunos activistas de la «cultura del aguante» exhiben en cada partido de fútbol. Discriminación que debe ponernos en alerta cuando se oyen voces que cultivan el odio o la violencia.
Como sociedad nos cuesta aceptar la diversidad. El Inadi fue creado para revertir esa grave carencia. Su misión es echar luz y educar para desarticular prácticas discriminatorias, que, en muchos casos, ponen en riesgo la vida de las personas. Y son millones los sujetos, en muchos casos niños y jóvenes, que día tras día ven avasallados sus derechos sin que ningún funcionario siquiera levante la voz o interceda por ellos.
Tan curiosa resulta la elección de la causa para manifestarse que privilegió María José Lubertino sobre tantas otras, mucho más graves y obvias, que hace pensar que detrás de ciertos actos protagonizados por funcionarios no hay más que una mera pretensión de exposición mediática.

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SER PATRIOTA

Señor director:

Cada año, durante los meses de mayo, junio y julio, vemos aparecer en la calle los puestos de venta de escarapelas y banderas celestes y blancas.
Cada año, los habitantes de nuestro país lucen estos símbolos patrios conmemorando las fechas históricas que dieron lugar al origen de nuestra patria.
Lucir los símbolos patrios es muy importante, ya que demuestra un homenaje a nuestra tierra y a nuestra historia. Sin embargo, en muchos casos esto no es suficiente para demostrar ser un buen patriota.
Ser patriota significa respetar a los demás habitantes de esta tierra.
Ser patriota significa cuidar hasta los pequeños detalles que implican vivir en comunidad.
No es patriota lucir una escarapela mientras se ensucia la calle con el papel de una golosina.
No es patriota cruzar la calle cuando el semáforo está en rojo, contribuyendo a un posible accidente. Ni es patriota obstruir el paso dentro de un medio de transporte público.
En definitiva, el patriotismo está basado en el respeto mutuo, el cual deberíamos practicar todos los argentinos para así lograr una patria fuerte y unida. Si no nos respetamos los unos  a los otros nos “devorarán los de afuera”, con o sin escarapela en nuestro ojal.

Dafne Anghelidis, La Voz del Interior, 8-6-97

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La Nación

 La eñe también es gente

       La culpa es de los gnomos que nunca quisieron ser ñomos. Culpa tienen la nieve, la niebla, los nietos, los atenienses, el unicornio. Todos evasores de la eñe. ¡Señoras, señores, compañeros, amados niños! ¡No nos dejemos arrebatar la eñe! […]
¿Quieren decirme qué haremos con nuestros sueños? ¿Entre la fauna en peligro de extinción figuran los ñandúes y los ñacurutuces? ¿Cómo cantarán Añoranzas en los pagos de Añatuya? ¿A qué pobre barrigón fajaremos al ñudo? ¿Qué será del Año Nuevo, el tiempo de ñaupa, aquel tapado de armiño y la ñata contra el vidrio? ¿Y cómo graficaremos la más dulce consonante de la lengua guaraní? “La ortografía también es gente”, escribió Fernando Pessoa. Y, como la gente, sufre variadas discriminaciones. Hay signos y signos, unos blancos, altos y de ojos azules, como la W o la K. Otros, pobres morochos de Hispanoamérica, como la letrita de segunda, la eñe, jamás considerada por los monóculos británicos, que está en peligro de pasar al bando de los desocupados después de rendir   tantos servicios y no ser precisamente una letra ñoqui.
   A barrerla, a borrarla, a sustituirla, dicen los perezosos manipuladores de las maquinitas, sólo porque la ñ da un poco de trabajo.
   Pereza ideológica, hubiéramos dicho en la década del setenta. Una letra española es un defecto más de los hispanos, esa raza impura formateada y escaneada también por pereza y comodidad.
Nada de hondureños, salvadoreños, caribeños, panameños. ¡Impronunciables nativos!
   Sigamos siendo dueños de algo que nos pertenece, esa letra con caperuza, algo muy pequeño, pero menos ñoño de lo que parece. Algo importante, algo gente, algo alma y lengua, algo no descartable, algo propio y compartido porque así nos canta.
   No faltará quien ofrezca soluciones absurdas: escribir como nuestro inolvidable César Bruto, compinche del maestro Oski: Ninios, suenios, otonio. Fantasía inexplicable que ya fue y preferimos no reanudar, salvo que la Madre Patria retroceda y vuelva a llamarse Hispania.
   La supervivencia de esta letra nos atañe, sin distinción de sexos, credos ni programas de software.
   Luchemos para no añadir más leña a la hoguera donde se debate nuestro discriminado signo.
   Letra es sinónimo de carácter. ¡Avisémoslo al mundo entero por Internet! La eñe también es gente.

María Elena Walsh

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El Hijo de la Máscara

 ¿Se puede repetir un suceso tan grande como lo fue La Máscara? Definitivamente no. El primer filme elevó a la categoría de estrella a Jim Carrey y nos hizo descubrir a Cameron Diaz. Ninguno de los dos formó parte de la secuela. Entonces, ¿por qué habríamos de ir a ver lo mismo, pero sin su atractivo principal? Aburrida, pobremente actuada, dirigida y producida, El Hijo de la Máscara es sin duda, uno de los grandes fracasos del cine, que ni siquiera la gran cantidad de escenas de animación compuferseastada pudo salvar. Si no la vio, ni lo intente. Olvidable.

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Ahora completa el siguiente cuadro:

Título del texto Tipo de texto Finalidad ¿Qué asegura el autor? ¿A quién esta dirigido? ¿Estás de acuerdo con el autor? ¿Por qué?
 

 

 

 

 

 

 

 

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