El perro, la culebra y el niño

Lee atentamente el siguiente relato:

 

El perro, la culebra y el niño

Vino el quinto privado ante el rey y dijo:
—Loado sea Dios. Tú eres entendido y mesurado, sabes que no debe hacerse alguna cosa apresuradamente antes
que sepas la verdad; si por el contrario lo hicieres, será gran locura, y cuando lo quieras enmendar, no podrás,
y te acontecerá como al dueño de un perro.
—¿Cómo fue eso?
—Señor, oí decir que un hombre, al servicio del rey, tenía un perro de caza muy bueno y muy inteligente, nunca le mandaba hacer cosa que no la hiciese. Vino un día que su mujer se fue a ver a sus parientes y le acompañó toda la servidumbre.
Y dijo a su marido: —Quédate con tu hijo que está durmiendo en la cuna, yo me tardaré allá, luego estaré aquí.
El hombre se sentó junto a su hijo, pero llegó un criado del rey, quien le mandaba a llamar con gran prisa, y el buen hombre dijo al perro: —Guarda bien este niño y no te apartes de él hasta que yo venga.
El hombre cerró su puerta y acudió ante el rey. El perro vigilaba junto al niño; vino una culebra muy grande, se dirigió al niño, por el olor de la leche materna, y lo quiso matar. El perro dio un salto y la despedazó.
El hombre regresó rápidamente, preocupado por su hijo que se había quedado solo. Cuando abrió la puerta salió el perro a alegrarse con su señor por lo que había hecho, pero traía la boca y los pechos ensangrentados.
Cuando el señor lo vio, pensó que había matado a su hijo, metió mano a la espada, dio un gran golpe al perro y lo mató. Apresuradamente se acercó a la cuna y halló a su hijo durmiendo y la culebra despedazada a los pies de la cuna. Cuando vio esto, se abofeteó y arañó, pero no pudo hacer otra cosa. Túvose por malandante, ya que había errado.
Señor, que no te acontezca lo mismo en tus hechos, porque…

 

Actividades

1. Como habrás visto y leído, el cuento está incompleto; le falta la enseñanza que nos deja. A continuación, elige una de las siguientes enseñanzas y explica el porqué de tu elección:

a) Cada uno es maestro y artífice de su fortuna.
b) La paciencia es un árbol de raíz amarga, pero de frutos muy dulces.
c) Quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una larga explicación.
d) Cuando apuntes con el dedo, recuerda que tres dedos te señalan a ti.
e) Caer está permitido. Levantarse es obligatorio.
f) Todas las batallas en la vida sirven para enseñarnos algo, inclusive aquellas que perdemos.
g) Los que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo.
h) He fallado una y otra vez en mi vida, por eso he conseguido el éxito.
i) Una cosa te pido, y es que no te dejes llevar por excesivos consejos. Es mejor que elijas un consejero que te aconseje sinceramente, y seguirlo. Cosa peligrosa es acompañar a muchos.
j) El que hace las cosas sin pensar ni estar seguro de lo que hace, se arrepiente cuando ya es demasiado tarde.

2. Al ver al perro ensangrentado, ¿hubieras pensado igual al hombre? ¿Cómo hubieras actuado?
3. Si fueras el perro y pudieses dirigirte a tu amo desde el más allá por medio de una carta, ¿qué le escribirías? A continuación, escribe la carta del perro a su amo respetando la estructura que vimos en clase. (Encabezamiento, Cuerpo, Despedida)

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