Lee atentamente el siguiente relato: La muerta Guy de Maupassant La había amado locamente! ¿Por qué se ama? ¿Por qué se ama? Qué extraño es no ver en el mundo más que un solo ser, tener un solo pensamiento en el cerebro, un solo deseo en el corazón y un solo...
Cuento de Terror
El guante de encaje
Lee atentamente el siguiente relato: El guante de encaje María Teresa Andruetto Cierta vez, un paisano de La Aguada viajaba con su hijo en carro por el camino viejo que une al poblado que llaman Capilla de Garzón con Pampayasta. Cuando iban pasando por el campo...
Flores
Lee atentamente el siguiente relato: Flores Jorge Accame Yo era profesor de Castellano en la Escuela Normal, mi nombre es Mateo y a mediados del ochenta, en el segundo año A del bachillerato, tomé una prueba escrita de análisis sintáctico. Al devolver las hojas...
El deseo
Lee atentamente el siguiente relato: El deseo Robert Sheckley Frank Morris era un hombre que tenía una obsesión. Otros como él coleccionaban montañas de periódicos o kilómetros de cintas; o se pasaban toda su vida tratando de inventar un sistema infalible de...
La galera
Lee atentamente el siguiente relato: La Galera Manuel Mujica Láinez ¿Cuántos crueles días viajan desde Córdoba, así, golpeados sin piedad contra la caja de la galera, aprisionados en los asientos duros, arrastrados por ocho mulas dementes? Catalina ha perdido...
Aprended geometría
Lee atentamente el siguiente relato: Aprended Geometría Fredric Brown Henry miró el reloj, a las dos de la mañana cerró el libro desesperado. Seguramente lo suspenderían al día siguiente. Cuanto más estudiaba geometría, menos la comprendía. Había fracasado ya...
En el borde del barranco
Lee atentamente el siguiente relato: En el borde del barranco Accame, Jorge La mujer apareció de golpe sobre la ruta y le hizo señas para que se detuviera. El hombre frenó en la banquina unos metros más adelante. Ella se acercó y asomándose hacia adentro por la...
Una noche de verano
Lee atentamente el siguiente relato: Una noche de verano Ambrose Bierce El hecho de que Henry Armstrong estuviera enterrado no le aparecía una prueba de su muerte: siempre había sido un hombre difícil de convencer. Pero el testimonio de sus sentidos lo obligaba...
La Muerte
Lee el siguiente relato: La Muerte Enrique Anderson Imbert La automovilista (negro el vestido, negro el pelo, negros los ojos pero con la cara tan pálida que a pesar del mediodía parecía que en su tez se hubiese detenido un relámpago) la automovilista vio...