Lee los siguientes textos que se proponen:
Historia de la ñ
El español, entre otras lenguas, proviene del latín (la lengua que se hablaba antiguamente en Roma).
Algunas palabras que contenían dos consonantes juntas como nn, mm, nm, mn, gn, ng han evolucionado y estas consonantes fueron reemplazas por la ñ. Por ejemplo:
damnum > daño
signa > seña
cannam > caña
tangere > tañir
Se dice que, primero, los copistas de los monasterios en la Edad Media y, luego, el gramático Antonio Nebrija usaron una pequeña n sobre otra para hacer más cómoda la grafía de estas palabras latinas, y así nació la ñ.
Esta letra pasó a ser de uso exclusivo del idioma español y, por lo tanto, representativa de este. Incluso, contenida en el mismo nombre del idioma: español.
Por ser una letra que la diferencia de otras lenguas, la ñ ha sido siempre motivo de batalla y debate. Como otras lenguas dominantes no usan esta letra (como el inglés), las computadoras no siempre la tienen incorporada y hasta se ha hablado de “sacarla de circulación”. Esto generó grandes polémicas no sólo entre los lingüistas, sino también entre los hablantes del idioma.
A principios de los años noventa, muchísimas personas que hablan español en el mundo salieron en defensa de esta letra en la denominada “Batalla de la eñe”, porque para muchos esta letra es el alma de la lengua española.
b) Para saber sobre el debate con respecto a la ñ, primero vas a leer dos opiniones encontradas:
La Nación
La eñe también es gente
La culpa es de los gnomos que nunca quisieron ser ñomos. Culpa tienen la nieve, la niebla, los nietos, los atenienses, el unicornio. Todos evasores de la eñe. ¡Señoras, señores, compañeros, amados niños! ¡No nos dejemos arrebatar la eñe! […]
¿Quieren decirme qué haremos con nuestros sueños? ¿Entre la fauna en peligro de extinción figuran los ñandúes y los ñacurutuces? ¿Cómo cantarán Añoranzas en los pagos de Añatuya? ¿A qué pobre barrigón fajaremos al ñudo? ¿Qué será del Año Nuevo, el tiempo de ñaupa, aquel tapado de armiño y la ñata contra el vidrio? ¿Y cómo graficaremos la más dulce consonante de la lengua guaraní? “La ortografía también es gente”, escribió Fernando Pessoa. Y, como la gente, sufre variadas discriminaciones. Hay signos y signos, unos blancos, altos y de ojos azules, como la W o la K. Otros, pobres morochos de Hispanoamérica, como la letrita de segunda, la eñe, jamás considerada por los monóculos británicos, que está en peligro de pasar al bando de los desocupados después de rendir tantos servicios y no ser precisamente una letra ñoqui.
A barrerla, a borrarla, a sustituirla, dicen los perezosos manipuladores de las maquinitas, sólo porque la ñ da un poco de trabajo.
Pereza ideológica, hubiéramos dicho en la década del setenta. Una letra española es un defecto más de los hispanos, esa raza impura formateada y escaneada también por pereza y comodidad.
Nada de hondureños, salvadoreños, caribeños, panameños. ¡Impronunciables nativos!
Sigamos siendo dueños de algo que nos pertenece, esa letra con caperuza, algo muy pequeño, pero menos ñoño de lo que parece. Algo importante, algo gente, algo alma y lengua, algo no descartable, algo propio y compartido porque así nos canta.
No faltará quien ofrezca soluciones absurdas: escribir como nuestro inolvidable César Bruto, compinche del maestro Oski: Ninios, suenios, otonio. Fantasía inexplicable que ya fue y preferimos no reanudar, salvo que la Madre Patria retroceda y vuelva a llamarse Hispania.
La supervivencia de esta letra nos atañe, sin distinción de sexos, credos ni programas de software.
Luchemos para no añadir más leña a la hoguera donde se debate nuestro discriminado signo.
Letra es sinónimo de carácter. ¡Avisémoslo al mundo entero por Internet! La eñe también es gente.
María Elena Walsh
Actividades:
1. ¿Cuáles son las opiniones que se enfrentan? ¿Por qué se enfrentan?
2. ¿Con qué argumentos defiende cada uno su opinión?
3. ¿Con cuál de las dos posturas estás de acuerdo? ¿Por qué?
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