Lee atentamente el siguiente texto: El ogro con plumas Ïtalo Calvino Había una vez, en un reino muy lejano, un rey que enfermó gravemente. El mago de la corte le advirtió que sólo podría curarse con una pluma del ogro de la montaña. Era algo muy difícil de...
Comprensión
El jardín de las delicias
Lee atentamente el siguiente relato: El jardín de las delicias Ayala, Francisco Nuestro invernadero estaba lleno de plantas preciosas, helechos, jacintos y palmeras de variedades increíblemente diversas, que mamá cuidaba y contemplaba mucho; y si el famoso...
La muerta
Lee atentamente el siguiente relato: La muerta Guy de Maupassant La había amado locamente! ¿Por qué se ama? ¿Por qué se ama? Qué extraño es no ver en el mundo más que un solo ser, tener un solo pensamiento en el cerebro, un solo deseo en el corazón y un solo...
Desafío: Probar tu poder de observación
Observa atentamente y luego responde las preguntas: El siguiente ejercicio te desafía a que pongas a prueba tu inteligencia y tu capacidad de observación. Para ello, debes contestar una serie de preguntas luego de observar con atención el siguiente dibujo: Las...
Diles que no me maten
Lee atentamente el siguiente relato: Diles que no me maten Juan Rulfo —¡Diles que no me maten, Justino! Anda, vete a decirles eso. Que por caridad. Así diles. Diles que lo hagan por caridad. —No puedo. Hay allí un sargento que no quiere oír hablar nada de ti....
Sueños carcomidos
Lee atentamente el siguiente relato: Sueños carcomidos Isaac Soto El niño tenía los pies sucios, la cara sucia y el alma sucia. Todos se preguntaban el porqué no se lavaba la cara si trabajaba llevando el agua todos los días, pero él nunca se atrevía a mirarlos...
Los Omicritas y el Hombre Pez
Lee atentamente el siguiente relato: Los Omicritas y el Hombre Pez Juan Jacobo Bajarlia La pecera medía dos metros de alto por uno y medio de ancho. Era de un material rojizo e irrompible, semejante a un cristal de color. Estaba emplazada sobre un promontorio,...
Primer encuentro
Lee atentamente el siguiente relato: Primer encuentro Álvaro Menén Desleal No hubo explosión alguna. Se encendieron, simplemente, los retrocohetes, y la nave se acercó a la superficie del planeta. Se apagaron los retrocohetes y la nave, entre el polvo y los...
La princesa manca
Lee atentamente el siguiente relato: La princesa manca Martín Garzo, Gustavo […] También el rey era así. Un hombre animoso y sencillo, poco dado a las pompas, que era capaz de bajarse de su carroza, arremangarse sus camisones reales, y ponerse sin ningún...