Lee atentamente el siguiente texto: La leyenda del Mojón Juan Pedro López Llovía torrencialmente, y en la Estancia del Mojón, como adorando el fogón estaba toda la gente. Dijo un viejo de repente: Les voy a contar un cuento. Ahora que el agua y el viento traen...
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El automóvil
Lee atentamente el siguiente relato: El automóvil Vicente Barbieri ...Era fría la noche. Raúl Montes seguía su viaje a pie, tan cansado, que de buena gana se hubiera sentado al borde de ese camino barroso y, al parecer, interminable. Consultó su reloj de...
El sonido de un trueno
Lee atentamente el siguiente relato: El sonido de un trueno Ray Bradbury El anuncio en la pared parecía temblar bajo una móvil película de agua caliente. Eckels sintió que parpadeaba, y el anuncio ardió en la momentánea oscuridad: SAFARI EN EL TIEMPO S.A....
Chac Mool
Lee atentamente el siguiente relato: Chac Mool Carlos Fuentes Hace poco tiempo, Filiberto murió ahogado en Acapulco. Sucedió en Semana Santa. Aunque había sido despedido de su empleo en la Secretaría, Filiberto no pudo resistir la tentación burocrática de ir,...
La inmiscusión terrupta
Lee atentamente el siguiente relato: La inmiscusión terrupta Julio Cortázar “Como no le melga nada que la contradigan, la señora Fifa se acerca a la Tota y ahí nomás le flamenca la cara de un rotundo mofo. Pero la Tota no es inane y de vuelta le arremulga tal...
La pelota
Lee atentamente el siguiente relato: La pelota Felisberto Hernández Cuando yo tenía ocho años pasé una larga temporada con mi abuela en una casita pobre. Una tarde le pedí muchas veces una pelota de varios colores que yo veía a cada momento en el almacén. Al...
Vanka
Lee atentamente el siguiente relato: Vanka Antón Chejov Vanka Chukov, un muchacho de nueve años, a quien habían colocado hacía tres meses en casa del zapatero Alojin para que aprendiese el oficio, no se acostó la noche de Navidad. Cuando los amos y los oficiales se...
Manos
Lee atentamente el siguiente relato: Manos Elsa Bornemann Montones de veces —y a mi pedido— mi inolvidable tío Tomás me contó esta historia "de miedo" cuando yo era chica y lo acompañaba a pescar ciertas noches de verano. Me aseguraba que había sucedido en un...
La madre de Ernesto
Lee atentamente el siguiente relato: La madre de Ernesto Abelardo Castillo Si Ernesto se enteró de que ella había vuelto (cómo había vuelto), nunca lo supe, pero el caso es que poco después se fue a vivir a El Tala, y, en todo aquel verano, sólo volvimos a...