Lee atentamente el siguiente texto:
La Ñandurihé
Horacio Quiroga
Hasta el día de hoy, la gente del norte no ha podido ponerse de acuerdo sobre la ñandurihé. Esta víbora representa, sin género alguno de duda, al más venenoso ser de la creación.
Hasta aquí, el acuerdo es perfecto. Pero cuando deseamos especificar fisonomía, color y particularidades de esta lúgubre bestia, las lenguas se confunden.
Sólo un aspecto de aquélla permanece inalterable en todas las leyendas: su tamaño. La ñandurihé es una viborilla deslizante y fugaz, cuya breve mordedura anuncia cierta, segura, precisa, inexorable y fatalmente, la muerte.
En casa tuvimos una, a la que mis chicos profesaron un afecto casi de hermanos mayores. La habíamos hallado entre los bambúes, deslizándose bajo las hojas caídas, que se arqueaban apenas a su paso.
[…] Mas la culebrita aquella endulzó algunas horas de nuestra vida, no obstante los serios trabajos que nos exigía. En efecto, no comía sola. Era menester abrirle la boca alimentarla a la fuerza con pedacitos de carne cruda que introducíamos en sus fauces y que llevábamos hasta su estómago por medio de largos e inacabables mensajes a lo largo del cuerpo.
[…] Su resistencia a la dieta era asombrosa, como la de todas las serpientes.
Horacio Quiroga, en Crónicas del Bosque
Cántaro, Buenos Aires, 1996
Actividades
1. ¿De qué diversas maneras se nombra a la ñandurihé en el texto? ¿Por qué se lo hace?
2. ¿Cuáles de las palabras con que respondieron a la pregunta anterior tienen un significado amplio, genérico?
3. ¿De qué otro modo se nombra a «boca» en el texto?
4. ¿A qué sustantivo hacen referencia los pronombres marcados con negrita?
5. ¿Qué palabra está omitida en la siguiente oración?
«En efecto, no comía sola.»
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