Lee atentamente el siguiente relato: Conciencia breve Iván Egüez Esta mañana Claudia y yo salimos, como siempre, rumbo a nuestros empleos en el cochecito que mis padres nos regalaron hace diez años por nuestra boda. A poco sentí un cuerpo extraño junto a los...
Cuento Realista
El comerciante
Lee atentamente el siguiente relato: El Comerciante Franz Kafka Es posible que algunos me tengan compasión, pero yo no advierto nada. Mi pequeño negocio me abruma de preocupaciones que me provocan dolores internos en las sienes y en la frente, pero sin darme la...
Pecado de omisión
Lee atentamente el siguiente relato: Pecado de omisión Ana María Matute A los trece años se le murió la madre, que era lo último que le quedaba. Al quedar huérfano ya hacía lo menos tres años que no acudía a la escuela, pues tenía que buscarse el jornal de un...
Matar a un niño
Lee atentamente el siguiente relato: Matar a un niño Stig Dagerman Es un día suave y el sol está oblicuo sobre la llanura. Pronto sonarán las campanas, porque es domingo. Entre dos campos de centeno, dos jóvenes han hallado una senda por la que nunca fueron...
La mujer de otro
Lee atentamente el siguiente relato: La mujer de otro Abelardo Castillo Supongo que siempre lo supe; un día yo iba a terminar llamando a esa puerta. Ese día fue esta noche. La casa es más o menos como la imaginaba, una casa de barrio, en Floresta, con un jardín...
La piel de Judas
Lee atentamente el siguiente relato: La piel de Judas Juan José Panno Rajá pa dentro, rajá para dentro te digo, que te voy a arrancar la cabeza, te miraste como tenés las rodillas desgraciumana, me vas a volver loca, vos querés que me vuelva loca, que me...
Carta a Dulcinea
Lee atentamente el siguiente texto: Carta a Dulcinea Héctor Daniel Olivares Fue cosa grande y curiosa que un labriego, paticorto y panzudo, de piel cetrina y agrietada, requemada por los soles de Castilla, se presentara en la casa de Aldonza portando una carta...
Deletrearte
Lee atentamente el siguiente relato: Deletrearte María Cristina Ramos Laura se llamaba. Cada vez que me acuerdo. En ese tiempo no había estos edificios. Éramos una escuela rancho. Yo estaba recién recibida. Por eso me sentía más segura haciendo papeles, o...
Conejo
Lee atentamente el siguiente relato: Conejo Abelardo Castillo Y cualquiera que escandalizare a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y se le anegase en el profundo de la mar. MATEO,...