Lee atentamente el siguiente relato: El encaje roto Emilia Pardo Bazán Convidada a la boda de Micaelita Aránguiz con Bernardo de Meneses, y no habiendo podido asistir, grande fue mi sorpresa cuando supe al día siguiente -la ceremonia debía verificarse a las...
Comprensión
Las gafas
Lee atentamente el siguiente relato: Las gafas Matías García Megías Tengo gafas para ver verdades. Como no tengo costumbre no las uso nunca. Sólo una vez... Mi mujer dormía a mi lado. Puestas las gafas, la miré. La calavera del esqueleto que yacía debajo de las...
Yo y el ladrón
Lee atentamente el siguiente relato: Yo y el ladrón Wenceslao Fernández Flórez Cuando el señor Garamendi se marchó a veranear, me dijo: -Hombre, usted, que no tiene nada que hacer, présteme el favor de echar, de cuando en cuando, un ojo a mi casa. No es cierto...
El médico de los muertos
Lee atentamente el siguiente relato: El médico de los muertos Julio Garmendia Durante muchísimos años, el pequeño cementerio había sido un verdadero lugar de reposo, dentro de sus amarillentos paredones, detrás de la herrumbrosa y alta puerta cerrada. Algunos...
La pata de palo
Lee atentamente el siguiente relato: La pata de palo José de Espronceda Érase que en Londres vivían, no ha medio siglo, un comerciante y un artífice de piernas de palo, famosos ambos: el primero, por sus riquezas, y el segundo, por su rara habilidad en su...
El inocente
Lee atentamente el siguiente relato: El inocente José María Merino Era bastante raro que un profesor, aunque fuese don Miguel Sierra, se pusiese a contarnos cosas de su vida, de manera que todos estábamos pendientes de sus palabras. -La historia que os voy a...
Implacablemente suyo
Lee atentamente el siguiente texto: Implacablemente suyo Luciano Sívori Estimado Dr. Álvarez: Su prolongado silencio ha disparado un estado de alarma en mí, un perspicaz sentido de la realidad que me rodea y –si se me permite agregar– la íntima certeza de que...
Hablaba y hablaba…
Lee el siguiente relato atentamente: "Hablaba y hablaba..." Max Aub Hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba. Y venga hablar. Yo soy una mujer de mi casa. Pero aquella criada gorda no hacía más que hablar, y hablar, y hablar....
Punto de vista
Lee atentamente el siguiente relato: Punto de Vista Virgilio Díaz Grullón Tan pronto los vapores invisibles del cloroformo comienzan a abandonarme y a dejar en libertad mi conciencia todavía semi-adormecida, me percato de la presencia del monstruo que reposa a...